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TEMA 3: GOBERNANZA TERRITORIAL Y DE COOPERACIÓN


Para abordar de forma clara este tema, hemos de dedicarnos a responder a preguntas puntuales, de forma que se aclaren dudas y resuelva de forma práctica el desarrollo del tema. 

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¿Qué es?

Es un principio transversal que propicia la correlación de múltiples actores en favor del cambio social y territorial, por tanto, la gobernanza de la cooperación fomenta la acción asociativa para la libertad, el desarrollo y la obtención de servicios públicos globales, entendiendo que estos son derechos. Es decir que este modelo trabaja por la subsidiariedad, tiene como función general garantizar un cierto grado de independencia a una autoridad inferior respecto de una instancia superior, en particular un poder local respecto de un poder central para direccionar la transformación social.

Desde el modelo ChanGo apostamos a la construcción de territorios justos y sostenibles. Pero ¿a qué nos referimos cuando decimos justos y sostenibles?

La justicia es quizás uno de los problemas que más debates ha despertado, generando diversas corrientes de pensamiento que asocian justicia a otras nociones como redistribución, participación o reconocimiento. De tal modo los principios articuladores de un territorio justo son los siguientes.

  • Redistribución: Implica la equidad en la distribución de los beneficios y los riesgos económicos y medioambientales entre los miembros o grupos de una sociedad y entre los territorios, de forma tal que a mayor justicia se reducen las brechas sociales y las desigualdades territoriales.
  • Reconocimiento: partiendo de que existen diferencias y diversidades, se reconoce la libertad para expresar las identidades sin quedar sujeto a imposiciones de las mayorías dominantes.
  • Participación: refiere al acceso para una plena participación social, especialmente de los sectores o grupos históricamente excluidos.

A partir de estas dimensiones de la justicia entendemos que un territorio es justo cuando, mediante la participación activa e informada de todos los actores que allí se desenvuelven, se logra una distribución equitativa de bienes y servicios que se sustenta en el reconocimiento de las diversidades y particularidades. La justicia así entendida es imprescindible para el logro de objetivos vinculados al cumplimiento de los derechos humanos, la reducción de la pobreza, o la democratización

Una vez que fortalecemos las escuelas que es el primer espacio de trabajo del modelo fortaleciendo los espacios de participación escolar y empoderando a la comunidad educativa. A partir de una escuela activa y democrática, la comunidad se siente atraída en participar porque la educación es transversal a todas las familias que habitan en el territorio. Esto variará según el contexto de las escuelas pues existen algunas que reciben estudiantes de familias que viven lejos de la comunidad o del territorio en el que se encuentran las escuelas. Sin embargo, la experiencia demuestra que una escuela fuerte puede ser un espacio de congregación para que la comunidad se fortalezca y pueda plantear soluciones a problemas estructurales. Aquí es cuando aparece la gobernanza de la cooperación en la que incluímos actores externos a la comunidad o el territorio pero que tienen la capacidad de incidir. Por eso es importante conocer las competencias que tienen los distintos niveles de gobierno para poder exigir demandas mejor sustentadas y con una mayor fortaleza. 

Si bien las instituciones del Estado tienen la obligación de cumplir con sus competencias y garantizar los derechos a los ciudadanos, también los actores privados tienen la responsabilidad de contribuir a la prosperidad y la justicia social de los territorios.

¿Cómo se ejecuta? 

60+ 3 D Hombre Con Signo De Interrogación Rojo Ilustraciones, gráficos  vectoriales libres de derechos y clip art - iStock

El Modelo ChanGo trabaja por la construcción de modos de vida justos y sostenibles, con este propósito usa la gobernanza de la cooperación como la herramienta de organización de los agentes de cambio; dado a que esta es entendida como la capacidad colectiva de dar soluciones a problemas de interés común, como plantea el académico Joan Subirats.

Por su parte la gobernanza es la capacidad colectiva de dar soluciones a problemas territoriales de interés común, según lo planteado por Joan Subirats; por lo que se instituye como un principio transversal a cualquier proceso socioambiental; la gobernanza es en suma una forma de gobierno amplio e inclusivo que propicia la participación, organización, cooperación y el establecimiento de consensos a la hora de la toma de decisiones. Por tanto, la gestión y la gobernanza territorial son interrelacionales cuando del fortalecimiento de las redes para el desarrollo, cuidado y administración corresponsable de los recursos vivos y no vivos de cada localidad se trata.

Desde la visión sistémica y compleja del territorio (Boisier 2011, De Mattos 2010 y Albuquerque 2020) la noción del mismo hace referencia a la densidad normativa -reglas, normas, roles, controles y regulaciones- y también a las formas de apropiación –memoria, identidad, cultura y prácticas concretas- adscritas a quienes habitan un territorio; así como a la agencia que detentan sujetos, instituciones y organizaciones a la hora de gestionar las formas de asociación y coordinación de acciones por medio de la institucionalidad territorial y del fortalecimiento de procesos participativos y dialogantes con la mayor cantidad de actores en favor de una gobernanza territorial sostenible, eficaz y justa. 

En este sentido, el diseño de un modelo de gobernanza viabiliza el proceso de cohesión territorial y permite efectivizar las propuestas de manejo justo y sostenible de los ecosistemas desde la gestión horizontal, multinivel y la cooperación en red y multiactor; o desde dentro hacia afuera como plantea el especialista en desarrollo local José Gasca Zamora. En este sentido los procesos de consenso y toma de decisiones cuentan con un alto grado de participación e incidencia de actores endógenos al territorio, así como de todas las entidades relacionadas  al mismo, con el fin de que cualquier proyecto o iniciativa vaya acorde con las formas de vivir, sentir y pensar el territorio desde quienes lo habitan.

Por tanto, sabiendo que el modelo ChanGo posiciona a la escuela como un agente de cambio resulta relevante el desarrollo de procesos participativos de concertación de valores públicos territoriales, la identificación de problemáticas y la estructuración de rutas de planificación, seguimiento, resolución y evaluación de las mismas. Ámbitos que posibilitan la cooperación de amplitud de actores en la gobernanza y gestión territorial lo que, a su vez, amplía el impacto sistémico del proyecto a largo plazo.

Finalmente observemos y reflexionemos sobre las dimensiones que componen la gobernanza en el Modelo ChanGo.