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TEMA 1: APRENDIZAJE COMUNITARIO


El aprendizaje comunitario promueve en las personas implicadas un mayor sentimiento de identificación con el futuro de sus comunidades y, con este fundamento, busca reforzar el compromiso de participar en su desarrollo para afrontar los desafíos que se les presenten en un mundo que cambia con rapidez y está cada vez más globalizado. A su vez el aprendizaje comunitario es importante para el desarrollo sostenible y para propiciar una comunidad cuyo papel es activo, posibilitando el redefinir, reevaluar y seguir desarrollando los conocimientos locales. (Unesco, 2017). 

Según la UNESCO el aprendizaje comunitario “contribuye asimismo a que las personas obtengan nuevos conocimientos y habilidades para mejorar su vida de forma sostenible; por ejemplo, mediante la agricultura y la pesca respetuosas con el medio ambiente, o trabajando para resolver las desigualdades sociales y económicas”. 

Esta forma de aprendizaje ofrece una oportunidad única para conectar la teoría y la práctica, incluyendo distintos tipos de experiencias formativas y poniendo en marcha herramientas, metodologías y recursos destinados a hacer de la propia comunidad el principal agente activo del aprendizaje. "Cuando los estudiantes se enfrentan al desafío de responder a un amplio abanico de situaciones reales, se consolida en ellos un conocimiento significativo, contextualizado, transferible, funcional y se fomenta su capacidad de aplicar lo aprendido" (Romero, 2010, citado en Proyecto Educativo UDD, 2015). La capacidad de juntar la comunidad y la escuela e incorporar elementos de una comunidad, como las personas y el ambiente, en el desarrollo de los estudiantes tiene como objetivo formar adultos capaces de resolver problemáticas sociales y ambientales dentro de sus comunas.

En esta línea hay preguntas que aportan un valor real a la planificación de las actividades, ayudan a orientar el trabajo que desde la escuela se hace pues de su respuesta se obtiene información de interés, por citar algunos ejemplos tenemos: ¿Cuáles son las fortalezas que la comunidad tiene? ¿Cuáles son los principales medios de producción y de vida? ¿Qué problemas enfrenta la comunidad con mayor frecuencia? ¿Cuáles son las formas en que se puede hacer un aporte a la comunidad en la solución de dichas problemáticas? ¿Qué tipo de soluciones queremos brindar? y así otras que son de especial importancia durante la planificación, de forma que se oriente el trabajo en función de lo que se busca conseguir. 

Los procesos formativos desde esta perspectiva comunitaria llevan consigo  tres implicaciones directas como lo exponen Partizzo y Ochoa, (2006), los tres favorecen el desarrollo de una comunidad sostenible, tal como se expone en la imagen. 


Lo expuesto fortalece lo propuesto por el modelo ChanGo, que pone como centro de la educación, ya no solo al estudiante sino a la comunidad, pues considera que para obtener territorios justos y verdaderos agentes de cambio la educación debe centrarse en la comunidad como una estructura de la que todo surge y fluye, que no solo es un ente sino también un agente que forma y educa y, que como tal debe considerarse para los procesos educativos, integrarse de manera que los saberes y aportes sean aprovechados y valorados.

Para Paulo Freire el aprendizaje comunitario es una oportunidad de acompañar un proceso de formación de seres humanos autónomos, los cuales tienen la capacidad de apropiarse de sus espacios de vida para aprender la realidad y para pensar en transformarla. Es por esto, que pensar en la relación del docente con la comunidad, significa estrechar lazos directos con la realidad que contextualiza a la escuela. Así, desde la perspectiva comunitaria, las acciones educativas pueden ser caracterizadas de la siguiente manera (Bueno, 1991; Gallego, 2010; Bustos, 2011):


Bajo estos preceptos, el aprendizaje comunitario es un proceso dirigido al desarrollo de los sujetos más allá de la competitividad y la satisfacción personal, en el cual la comunidad es un aspecto importante dentro de iniciativas que consideran el entorno como parte fundamental en la adquisición de los recursos básicos para vivir y convivir. Cabe señalar que, desde este enfoque, la comunidad no solo es un recurso al cual se hace referencia para favorecer los aprendizajes escolares, sino que es el marco dentro del cual se llevan a cabo estos aprendizajes, así como diversas acciones que tienen la finalidad de propiciar la adquisición de competencias básicas para el desarrollo social.

 Por lo tanto, la educación no solo es un beneficio para las personas en tanto que posibilita su crecimiento, sino que constituye procesos que favorecen a toda la comunidad a partir de la atención de sus individuos y el despliegue de sus capacidades para el beneficio social.

Finalmente, desde el modelo ChanGo, el aprendizaje comunitario permite desarrollar todo el potencial de aprendizajes de las y los estudiantes. Se busca comprometer la participación de todas y todos los miembros de la comunidad con la finalidad de buscar el bien común, el desarrollo local y humano, mediante el trabajo cooperativo y solidario, generando diferentes oportunidades para el mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de la comunidad educativa. La labor docente debe estar enfocada en la construcción de ciudadanía, transformación social, desarrollo comunitario y desarrollo social. Este tipo de aprendizaje se plasma a través del aprendizaje experiencial  y aprendizaje por servicios.