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TEMA 2: APRENDIZAJE POR AMBIENTES - RETOS


Encontrar la forma en que los estudiantes aprendan con autonomía parece una cosa sencilla si consideramos el aprendizaje como algo holístico que se ve afectado por el ambiente, el contexto, las interacciones, etc., es decir, si consideramos que siempre se está aprendiendo entonces casi siempre se aprende con autonomía; sin embargo, hay otra serie de factores que se deben abordar desde la educación formal, como la necesidad de responder a una realidad que emerge de la cultura, de la sociedad, del desarrollo físico y cognitivo y de la economía. 

Cuando se piensa en la educación formal cobran valor los ambientes de aprendizaje siendo que estos son preparados con sentido e intención pedagógica y curricular, y permiten abordar la educación en función de objetivos, temas, resultados de aprendizaje etc., abordarla de forma que se consiga alcanzar unos estándares bien definidos en función del contexto, del desarrollo de los niños y de las necesidades de una sociedad. Por esto, a continuación dediquémonos a abordar los ambientes de aprendizaje de una forma detallada, según las propuestas de Montessori con sus actualizaciones y fortalecida por los aportes hechas desde el modelo ChanGo

Los ambientes de aprendizaje son espacios diseñados para que los niños puedan explorar, experimentar, conocer y aprender de forma autónoma y activa, están diseñados tomando en cuenta diferentes variables, las más importantes son las etapas de desarrollo y los intereses particulares de los estudiantes, de forma que respondan tanto a sus intereses como a sus necesidades.

Si nos adentramos un poco más podemos considerar lo propuesto por Duarte (2003), que se refiere al contexto en el que surge y la forma de concebir el ambiente, en una interpretación hecha a lo expuesto por Daniel Raichvarg en 1994.

El ambiente se deriva de la interacción del hombre con el entorno natural que lo rodea. Se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y por tanto, involucra acciones pedagógicas en las que quienes aprenden están en condiciones de reflexionar sobre su propia acción y sobre las de otros, en relación con el ambiente.

Siguiendo en esta línea, L. Sauvé (1994) presenta seis concepciones importantes sobre el ambiente, tal como se muestra a continuación: 

  1. El ambiente como problema para solucionar, este modelo intenta llevar al estudiante a la identificación de problemas ambientales después de apropiarse de unos conocimientos relacionados con la investigación, evaluación y acción de los asuntos ambientales. 
  2. El ambiente como recurso para administrar. Se refiere al patrimonio biológico colectivo, asociado con la calidad de vida. Por ser un recurso, el ambiente se agota y se degrada, por ello se debe aprender a administrarlo con una perspectiva de desarrollo sostenible y de participación equitativa. 
  3. El ambiente como naturaleza para apreciar, respetar y preservar. Ello supone el desarrollar una alta sensibilidad hacia la naturaleza y su conocimiento y la toma de conciencia de que somos parte de ella. 
  4. El ambiente como biosfera para vivir juntos por mucho tiempo. Lo cual invita a reflexionar en una educación global, que implica la comprensión de los distintos sistemas interrelacionados: físicos, biológicos, económicos, políticos. Desde esta noción se otorga un especial interés a las distintas culturas y civilizaciones y se enfatiza el desarrollo de una comunidad global (ciudadanía global), con una responsabilidad global.  
  5. El ambiente como medio de vida para conocer y para administrar. Es el ambiente cotidiano en cada uno de los espacios del hombre: escolar, familiar, laboral, ocio. El ambiente propio para desarrollar un sentimiento de pertenencia, donde los sujetos sean creadores y actores de su propio medio de vida.
  6. El ambiente comunitario para participar. Se refiere a un medio de vida compartido, solidario y democrático. Se espera que los estudiantes se involucren en un proyecto comunitario y lo desarrollen mediante una acción conjunta y de reflexión crítica. 
Cada una de estas concepciones define prácticas que desde su especificidad se complementan, de manera que pensar en el ambiente implica una realidad compleja y contextual, que sólo se puede abordar desde la pluralidad de perspectivas para pensar el ambiente educativo. 

Sin embargo, esto que se ha planteado expone el ambiente de aprendizaje desde una visión integradora, pero poco explícita y casi nada delimitada en cuanto a los ambientes como metodología. Es cierto que esto ha supuesto un mayor esfuerzo al estudiar el curso pero hemos considerado importante que se tome en cuenta estos aspectos para fortalecer la práctica docente, una desde la que se comprende que cada ambiente forma, educa, integra y estimula. 

Finalmente, ¿Qué ambientes de aprendizaje deben proponerse? Una vez que delimitamos los ambientes a la metodología a la que desde acá nos hemos de referir, centrados en el método Montessori y el modelo ChanGo. Ciertamente las áreas o ambientes varían en función del espacio con el que se cuenta y de los recursos. Sobre los ambientes debe además apuntarse que son áreas de trabajo que deben estar claramente delimitadas para que el niño pueda distinguir fácilmente el espacio de cada una, sin que se vean como compartimentos aislados. La clara delimitación ayuda a la organización más definida de lo que el niño espera construir en ese espacio. (Zabala,1996)

Algunas propuestas interesantes pueden ser:

Ambiente de dramatización: este ambiente es de gran importancia pues como ya lo ha expuesto Zamora (1996) el juego simbólico representa una de las principales actividades para los niños y niñas. Debe adecuarse de manera que permita a los niños asumir diferentes roles, tanto como su imaginación le permita (roles familiares, ocupaciones, superhéroes o actividades como llamar por teléfono, cocinar, ir de compras, etc.)

La vida práctica prepara al niño para la vida, lo pone en contacto con materiales que desarrollan la autonomía, independencia, concentración, coordinación, el orden interno y externo. Los materiales que utilizan son agua, semillas, alimentos, objetos de limpieza, elementos comunes que se usan en la vida cotidiana de un hogar, la intención es acercarlos al mundo real a partir del juego. 

Área de construcción:  es un espacio en el que se facilitan recursos que motiven a los niños a explorar, construir, utilizando diversidad de materiales como trozos de madera, bambú, rocas y cualquier tipo de materiales que puedan ser útiles para que los y las niñas exploren y construyan. 

Artes plásticas: este ambiente permite que los niños desarrollen su creatividad, les orienta a explorar y experimentar sus propias manifestaciones artísticas; es un espacio en el que se les debe aportar diferentes materiales con los que los y las estudiantes trabajen, desde pinturas, pinceles hasta recursos del ambiente con los que pueden experimentar y crear, tales como: hojas de árboles, rocas, trozos de ramas y cualquier otro material que se considere oportuno para expresarse artísticamente. 

Área de lectura aun si los estudiantes no pueden leer, como convencionalmente se lee, esta área le brinda la posibilidad  de ver textos, cuentos, pictogramas y otros, de forma que se abone al desarrollo de la imaginación, se trabaje el sentido de la lectura, y se desarrolle el hábito lector. Idealmente debe ser un espacio tranquilo y bien ordenado en el que estén a la mano y a su altura diferentes tipos de libros.

Área experimental: este es un espacio en el que se recomienda exista diversidad de materiales con los que los estudiantes puedan experimentar, los recursos pueden traerlos ellos mismos. Una forma de presentarlos puede ser una mesa a una altura indicada para que los niños y niñas tengan los materiales a su alcance.

Adicional a estos, pueden y deben proponerse otras áreas a criterio de los docentes, sin olvidar que es de suma importancia que sean planificados a conciencia y que no deben ser espacios improvisados. 

Otro factor que es necesario de tomar en cuenta son los retos, un valor agregado propuesto por el modelo ChanGo,  son actividades pautadas y planificadas para que los niños puedan trabajar durante la clase, de forma que en cada ambiente de aprendizaje haya actividades claras que orienten el trabajo de los estudiantes.

En cada ambiente pueden proponerse al menos cinco retos que los niños deben cumplir, es importante que no sean improvisados pues éstos deben responder al nivel de desarrollo de cada estudiante o en su defecto de cada grupo de niños y niñas y deben representar para ellos la posibilidad de superarlos, con un esfuerzo que no exceda sus posibilidades, pudiendo ser en caso contrario contraproducente. Por mencionar algunos retos tenemos que:

Imaginemos una situación en la que se está trabajando como palabra generadora el nombre de cada uno de los estudiantes, en el supuesto de que ya se están iniciados en la lectoescritura y reconocen sus nombres de entre una serie de nombres o palabras; ante esa situación un reto puede ser que copie con las letras del alfabeto móvil su nombre, puede variar entre poner o no la primer letra mayúscula o incluso escribir con mayúsculas o minúsculas, con lo que también se aborda el reconocimiento de tales, tal como se muestra en la imagen a continuación.

En la imagen presentada los estudiantes han escrito su nombre con las letras del alfabeto móvil, posteriormente y de forma ordenada han ido copiando cada una de las letras a un papel, para luego regresarlas a su posición inicial. Con este ejercicio no solo se trabaja la lectura y escritura, también la concentración, la noción y hábito de orden, el sentido de la escritura, entre otras cosas importantes en el proceso de lectoescritura

El reto que se ha presentado puede colocarse en el área de lengua (o de lectoescritura) y ser escrito de la manera siguiente: “Escribir tu nombre con las letras del alfabeto móvil y luego copiarlo a la cartulina”

Otros retos interesantes pueden ser: 

  • Haz un retrato usando hojas y flores. 
  • Escribe el nombre de uno de tus compañeros
  • Resuelve el ejercicio de matemáticas siguiente…
  • Crea una situación para un cuento
  • Dibuja las partes de una planta utilizando trozos de papel
  • Crear un disfraz de vaquero
  • Cantar una canción 
  • Escribir un poema
  • Construir una pirámide

Tal como se evidencia, los retos aplican para cualquiera de los ambientes propuestos y constituyen la posibilidad de dar a los estudiantes una guía de lo que se espera hagan. Los retos además pueden responder a los indicadores u objetivos que se perseguidos a nivel curricular. 

Puede concluirse este apartado exponiendo que, en un sentido amplio el ambiente de aprendizaje es el espacio en el que se comparte, se aprende principalmente de forma individual y autónoma (lo que no limita el trabajo de forma colectiva) y en esa línea el aula es un ambiente diseñado específicamente para que el aprendizaje se desarrolle; de ahí la importancia de que no sea un espacio improvisado, sino  estratégicamente adecuado, como una respuesta a las necesidades educativas, a la realidad y al contexto y principalmente a los intereses particulares del grupo con el que se trabaja, es necesario que el aula estimule sin sobreestimular, pues en el deseo por adecuarla de la mejor manera puede cometerse el error común de proponer demasiados recursos o estímulos  al estudiante, como carteles, colores, etc,, recursos que le orientan a no tener claridad del objetivo educativo que se persigue y por tanto perder el norte que se busca alcanzar.  

Los ambientes  son un recurso muy rico en posibilidades que no debe de quedarse en solo lo aquí expuesto,  por lo que les invitamos a poder adentrarse en el mundo Montessori, del que no bastaría un solo curso para conocerlo y aplicarlo.