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RESUMEN DEL MÓDULO


Finalmente presentamos un breve resumen de lo que se ha expuesto durante este módulo, le invitamos a que de manera personal pueda hacer uno propio, que le permita medir el nivel de avance que se ha logrado y que además sirva para dar una mirada hacia atrás sobre lo que ya se ha revisado, fortaleciendo así los conocimientos adquiridos.

Disciplina positiva : es un enfoque, que se basa en el respeto mutuo y anima a los educadores a asumir una actitud firme, pero positiva y afectuosa con sus estudiantes. Para el MINEDUC (2022), la disciplina positiva es una corriente educativa que busca educar al niño a través del respeto mutuo, la empatía, el cariño, la amabilidad y firmeza.

Ortega (2014) señala que la disciplina positiva se basa en principios clave, como: las relaciones horizontales, la conexión con la otra persona y su sentimiento de pertenencia, alentar y dar aliento, el equilibrio entre la amabilidad y firmeza, y la visión de los errores como estupendas oportunidades para aprender dentro de una educación a largo plazo.

Los objetivos que persigue la disciplina positiva, se pueden resumir en:

  • Ofrecer a las familias y docentes herramientas que les permitan educar desde el respeto mutuo. (Grupo SM, 2021).
  • Plantear soluciones alternativas a los pequeños y no centrarse en el castigo…  (Domínguez, s/f).
  • Lograr que los estudiantes se comporten adecuadamente y sigan las normas orientando con paciencia y amabilidad.
Importante recalcar que al hablar de disciplina nos podemos remitir a lo expresado por Torrego (2008), tres estilos de afrontar la disciplina: autoritario, permisivo y democrático, siendo este último el más adecuado desde la disciplina positiva. También es una oportunidad para ejercer una educación cuidadosa, amable y no coercitiva con la finalidad de criar, educar y acompañar a personas capaces de convivir en comunidad y de expresar valores positivos.

Lenguaje respetuoso: potencia el aprendizaje, en la medida en que el niño y la niña desarrollan su lenguaje favorecen su pensamiento, inteligencia y conocimiento. 

El lenguaje con el cual nos expresamos y comunicamos puede distinguirse por ser educativo: un lenguaje respetuoso, asertivo y claro; para hacer sentir a las demás personas motivadas, seguras y confiadas de hablar, decir y expresarse. Un lenguaje educativo para que niños y niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, usted y todos aprendamos a comunicar ideas, expresar emociones y sentimientos, socializar e interactuar con otras personas, resolver una necesidad y pedir ayuda, son algunos de los propósitos que persigue el modelo ChanGo, con estas bases, cada quien sabrá comunicarse procurando el entendimiento con los demás, sabrá escuchar y solicitar ser escuchado o escuchada, sabrá usar apropiadamente el lenguaje según el contexto, el momento y las personas. 
Todos aprendemos palabras, formas e intenciones. Muchos podemos hablar, decir, expresarnos y comunicarnos, aunque no todos sabemos hacerlo de la forma correcta. 

El lenguaje es un poderoso instrumento de la comunicación, desde que nos ayudamos para socializar y convivir, por eso la importancia de que se aborde y se enseñe desde un lenguaje de la empatía, amor y respeto. 

Círculos de convivencia: son una estructura estable de participación activa de los estudiantes en la mejora de la convivencia del aula y de la institución educativa de la que hacen parte. Su función es la de ayudar al resto de las personas con quienes conviven en la escuela  en los aspectos que tienen que ver con las relaciones interpersonales
Desde el modelo ChanGo, los círculos de convivencia son un espacio de reflexión que enfatiza la reparación y el aprendizaje a través de un proceso grupal y colectivo. No es una instancia de castigo, es un espacio para reflexionar sobre las acciones que realizamos, cómo afectan a los demás y poder construir soluciones y acuerdos para una convivencia libre de violencia.

Los círculos de convivencia a través de su dinámica enfatizan la integralidad del ser, promueven la participación haciendo uso de recursos lúdicos y reflexivos, ofreciendo un espacio seguro para el diálogo, bajo un esquema de construcción conjunta de valores, que resulta atractivo tanto para las personas menores de edad como para la interacción entre generaciones. (Martínez Moncada, Z. & Bernal Acebedo F.,2017)

Los círculos de convivencia son una herramienta valiosa que permite abordar problemas complejos que usualmente son el resultado de conflictos profundos y problemas serios que se dan en la comunidad y que los niños/as convierten en problemáticas en sus aulas o centros. A través de los círculos de convivencia se pueden abordar y buscar soluciones desde el diálogo y con el propósito no de coerción sino de la reparación del daño a partir de la justicia restaurativa.

  • Para lograr desarrollar de manera correcta un círculo de convivencia, ChanGo sugiere una serie de 4 pasos tal como se menciona: 
  • Salir del lugar de conflicto con las partes afectadas y se les da un tiempo para que puedan integrarse (volver a la calma).
  • Cada parte involucrada debe completar un acta narrando,cómo fue el inconveniente, quiénes intervinieron y sus sensaciones.
  • Al finalizar las clases, se convoca a las familias para realizar el círculo de convivencia.
  • Los/as niñas implicadas eligen una opción y se comprometen a cumplirla.

Los círculos de convivencia han sido ya propuestos por varios países en los que se persiguen los mismos objetivos, mejorar la convivencia y la resolución de conflictos. 

Finalmente hablar de los círculos de convivencia y de propuestas similares es importante considerar que según el informe de la UNESCO del año 2011, “la convivencia se asocia con la idea de un compartir y convivir con otras personas con la finalidad y la búsqueda de bienestar y protección” y sin duda eso se debe buscar en las instituciones educativas, para lo que es indispensable e indiscutible la necesidad de una educación desde un lenguaje positivo y respetuoso, desde el que se empiece a romper el paradigma tradicional de la educación. 

Técnicas y estrategias de resolución y mediación de conflictos.

El conflicto es un fenómeno normal que no tiene porqué llegar a ser negativo, sino que al contrario, tiene una gran potencialidad educativa  y puede servir para fortalecer las relaciones entre las personas. La violencia, por el contrario, surge cuando se afronta el conflicto de un modo radical, dando lugar a la ruptura y a una espiral conflictiva que anula las posibilidades educativas y deteriora el clima de convivencia ( Uranga, 1998)

Es importante también distinguir entre conflicto e indisciplina. El conflicto, a nivel escolar, se produce cuando hay un choque de intereses, (bien sea entre alumnos, profesores, autoridades del establecimiento educativo, etc.) que da lugar a enfrentamientos entre las partes interesadas. La solución de estas situaciones produce enriquecimiento mutuo (Casamayor, 1998). Por el contrario, la indisciplina supone comportamientos disruptivos o antisociales que causan problemas en el establecimiento educativo; son comportamientos que tratan de imponer la voluntad de unos sobre los otros en la comunidad educativa.

Los procesos de resolución de conflictos constituyen una oportunidad para entrenar a los estudiantes e incluso a los docentes en la adquisición de habilidades para el diálogo, la mediación y la negociación, todas ellas pueden ser aplicables en diferentes ámbitos de la vida, y por tanto constituyen un recurso educativo de primer orden. No se trata de generar situaciones de conflicto sino de aprovechar las que se den de forma natural en el aula, la forma de aprovecharlas es a partir de estrategias de resolución, clasificadas de la siguiente manera:

1. Estrategias de tipo organizativo. Uno de los aspectos organizativos que suele ser la causa de multitud de conflictos es la inadecuada distribución de los estudiantes. Cuando se da un reparto desequilibrado de los estudiantes de un mismo curso entre los diferentes grupos-clase que los integran, de tal manera que se juntan en la misma clase estudiantes con un alto potencial para generar conflictos, el clima de convivencia se deteriora rápidamente y los profesores se ven impotentes para sostener la problemática.

2. La creación de un clima de participación en el aula: entre los factores que contribuyen a crear un clima de participación en el aula, se destacan los siguientes:

      • Hacer a los estudiantes partícipes de la metodología de trabajo.
      • Utilizar técnicas de trabajo cooperativo en donde los estudiantes participan y colaboran con sus compañeros en las actividades que realizan.
      • Promover actividades que favorezcan la relación entre los estudiantes para que logren conocerse entre sí, respetarse y aceptarse como son.
      • El diálogo, pues contribuye de manera decisiva en la formación de personas tolerantes y facilita la convivencia escolar 

3. La asamblea de aula: constituye una vía de participación y comunicación; es una actividad en la que se debate y participa desde el respeto; todos se expresen libremente e implica la necesidad de ser capaz de dialogar y debatir de un modo ordenado y de presentar argumentos. 

4. Aprendizaje de normas: la existencia de un conjunto de normas claras y concretas que regulen la convivencia en el aula, es fundamental para evitar la aparición de conflictos, la creación de estas normas debe ser de forma colectiva, de forma que no sea una imposición sino una construcción a partir de acuerdos del grupo.

5. Potenciar la autoestima de los estudiantes: un aspecto que no se debe descuidar es la autoestima, los docentes deben tener como uno de sus objetivos lograr que sus estudiantes se sientan seguros de sí mismos y confiados de su trabajo, conociendo sus capacidades y sus debilidades. 

6. Programación de actividades para el control y manejo de la agresividad: la agresividad puede constituir un rasgo de la personalidad, mientras que la agresión constituye un acto de violencia. Los docentes deben siempre procurar aportar a nivel teórico modelos de confrontación no violentos. Enseñar cómo controlar la agresividad desde la teoría para su manejo en la práctica. 

7. Organización de un sistema de mediación y negociación: aprender a afrontar un conflicto como una oportunidad para la búsqueda conjunta de soluciones y para la negociación, supone un estímulo cognitivo y para la reflexión, el estudiante puede aprender a comprender la complejidad de los hechos y explorar el conflicto, en lugar de apresurarse a obtener una conclusión. 

8. La mediación: para poder abordar problemáticas, conflictos es necesario que se cuente con las suficientes herramientas de forma que se fortalezcan y mejoren los lazos de amistad y las formas de relacionarse, dialogar y convivir desde el respeto. 

Finalmente, el cambio de la educación debe hacerse cuidando los detalles, la forma de comunicar, lo que se comunica, los conflictos y la forma de resolverlos. Un docente que se actualiza es un docente que está preparado para afrontar los cambios, para educar desde una perspectiva diferente, que no tiene miedo a hacer las cosas diferentes, con iniciativa y el modelo ChanGo busca eso, brindar las herramientas para el cambio.