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TEMA 3: CÍRCULOS DE CONVIVENCIA

La convivencia es un objetivo específico y fundamental de todo el proceso educativo y es una situación que a todos nos toca vivir y afrontar, ya que sin un buen clima y ambiente social es difícil que el aprendizaje se lleve a cabo con las suficientes garantías de éxito. Todo ello conlleva actitudes y comportamientos respetuosos, positivos y de consenso por parte de toda la comunidad escolar. La educación emocional se hace imprescindible, de ahí que, en la línea del respeto, la sana convivencia y el lenguaje asertivo se proponen los círculos de convivencia.

Le invitamos a observar el siguiente video y reflexionar sobre lo que expone

  
  

¿Qué piensa sobre la manera en que abordaron el conflicto los primeros dos personajes? ¿Qué cosas considera que hicieron falta para que el conflicto fuera solucionado? ¿Qué aspectos marcan la diferencia para que los dos personajes posteriores pudieran solucionar el conflicto ante el que se encontraban? 

El cortometraje muestra la solución a un conflicto; sin duda, las diferencias van a existir siempre pero también formas de llegar a acuerdos o posiciones que favorezcan a todos, de ahí la importancia de una disciplina positiva, un lenguaje respetuoso y una comunicación asertiva que genere un ambiente armónico, en el cual vivir.

Los círculos de convivencia son una estructura estable de participación activa de los estudiantes en la mejora de la convivencia del aula y de la institución educativa de la que hacen parte. Su función es la de ayudar al resto de las personas con quienes conviven en la escuela  en los aspectos que tienen que ver con las relaciones interpersonales.

Desde el modelo ChanGo, los círculos de convivencia son un espacio de reflexión que enfatiza la reparación y el aprendizaje a través de un proceso grupal y colectivo. No es una instancia de castigo, es un espacio para reflexionar sobre las acciones que realizamos, cómo afectan a los demás y poder construir soluciones y acuerdos para una convivencia libre de violencia. 

La construcción y la vivencia de una sana convivencia en los centros educativos requiere la implementación de prácticas que brinden herramientas para una comunicación asertiva, fomentando así: el diálogo, la escucha activa, la mayor participación, el respeto en las relaciones y la valoración del otro como individuo.

Los círculos de convivencia a través de su dinámica enfatizan la integralidad del ser, promueven la participación haciendo uso de recursos lúdicos y reflexivos, ofreciendo un espacio seguro para el diálogo, bajo un esquema de construcción conjunta de valores, que resulta atractivo tanto para las personas menores de edad como para la interacción entre generaciones. (Martínez Moncada, Z. & Bernal Acebedo F.,2017)

Son una gran herramienta para abordar conflictos y situaciones complejas ya que se busca comprender las causas que los provocan; son un espacio para el diagnóstico e investigación de situaciones y conflictos que surgen en la comunidad, las familias y la comunidad educativa y, la dinámica que se genera a lo interno del círculo, brinda valiosa información para mejorar la comprensión y manejo de dichos problemas y situaciones.

Como lo menciona Martinez & Bernal, la violencia en los centros educativos no se vive solo entre los y las estudiantes, se presenta también entre las personas adultas que trabajan en la institución: administrativos, docentes, también al interior de cada grupo y de ellos hacia los estudiantes y viceversa. Por tal razón se recomiendan realizar los Círculos de convivencia al interior de cada grupo y entre grupos diferentes.

La intervención basada en los círculos de convivencia, es opuesta a los modelos basados en el castigo o las sanciones, ya que parte del principio de que las relaciones se pueden restaurar abogando por valores de inclusión, pertenencia, solidaridad y escucha activa entre otros. 

Ahora revisemos los aspectos generales que debemos conocer de los círculos de convivencia en la siguiente presentación: 




Habiendo observado esos elementos importantes de los círculos de convivencia, es necesario que recordemos que la convivencia tiene una estrecha relación con la educación emocional, que es clave en la educación positiva, y en ello juegan un papel importante los docentes y su interacción con los estudiantes ya que la educación emocional es tan importante como la educación académica. La realidad demuestra que se concede gran importancia a los valores académicos, y no tanto a los afectivos y personales, de ahí que el repensar la educación desde la educación positiva se vuelve un tema necesario. 

Varios países han puesto en práctica los círculos de convivencia, círculos de paz o círculos de restauración, que van por el mismo camino desde una sana convivencia y resolución de conflictos. Así tenemos algunos ejemplos:

  • El Programa Convivir del Ministerio de Educación Pública de Costa Rica tiene el objetivo de promover la convivencia en las comunidades educativas. En este programa se entiende la convivencia como la existencia de relaciones sociales que se basan en el respeto, en las que hay un reconocimiento y disfrute de la diversidad, se promueve la mayor participación de todos(as), produciéndose un clima positivo en el que se fortalece el sentimiento de pertenencia y bienestar.
  • El programa de “Círculos Restaurativos en ámbitos educativos” en Ecuador, que parte de la propuesta de Naciones Unidas que, “las prácticas de justicia restaurativa ofrecen medios prometedores para promover escuelas seguras, inclusivas y tolerantes y para prevenir y combatir el acoso escolar” (Naciones Unidas, 2016). Por tanto, estos círculos tienen como objetivo “construir comunidad, prevenir y gestionar conflictos y tensiones en el ámbito educativo”, considerando que, “el enfoque restaurativo permite construir un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo entre las personas” (MINEDUC).

Al hablar de los círculos de convivencia y de propuestas similares es importante considerar que según el informe de la UNESCO del año 2011, “la convivencia se asocia con la idea de un compartir y convivir con otras personas con la finalidad y la búsqueda de bienestar y protección” y sin duda eso se debe buscar en las instituciones educativas.

Considerando lo anterior, la educación emocional se convierte en un componente fundamental de aprendizaje en el aula, que lleva a desarrollar estrategias comportamentales, de valores y habilidades sociales, así como técnicas de autocontrol que ayudan a los estudiantes a convivir satisfactoriamente con ellos mismos y con los demás. En este sentido, es necesario apostar por una educación que tenga en cuenta estos aspectos, en beneficio de nuestros estudiantes y de nuestra sociedad.

Recordemos que entre las funciones de los círculos de convivencia está observar el clima de convivencia en el aula, realizar mediaciones formales o espontáneas en conflictos y contribuir al desarrollo de ideas para mejorar la relación en su nivel educativo.

Todos debemos implicarnos, desde la tutoría, en coordinación con los departamentos de DECE, y desde la propia aula como docentes o tutores, para avanzar en un modelo de intervención en el que la formación de la persona ayude a alcanzar respuestas emocionales reguladas, con una adecuada tolerancia a la frustración, que lleven al estudiante a ser feliz, mejorar su autoestima y su satisfacción personal.

Para finalizar compartimos algunos textos, cuentos en los que se abordan problemáticas de manera dinámica y que constituyen una herramienta para el abordaje de las problemáticas y resolución de conflictos con los estudiantes en el aula, también ponen un poco en contexto para el tema siguiente.