Iniciemos respondiendo a la pregunta ¿qué es un modelo pedagógico tradicional?
Es un modelo en el que se concibe al estudiante como un ser pasivo, es decir, mero receptor del conocimiento y objeto de la acción del maestro. El conocimiento se considera como algo que ya está dado y determinado por un sabedor exclusivo que es la teoría y/o el docente.
El paradigma pedagógico tradicionalista, denominado “externalista” o “Escuela Pasiva” sostiene que la personalidad es producto de la influencia de factores externos al individuo tales como: el maestro, la familia, el medio social y el grupo; que el papel del sujeto es asimilar y reproducir pasivamente dichas influencias positivas y negativas; y el del docente es seleccionar aquellas que son beneficiosas y medir el grado en que el sujeto las reproduce.
Es interesante porque esto último expone una característica importante del modelo tradicionalista, la evaluación. Este modelo se ocupa de medir el nivel en que el estudiante a logrado asimilar los conocimientos que le han sido brindados o transmitidos, y como tal diferencia al buen del mal alumno en función de la capacidad de asimilar memorizar la información que le ha sido otorgada y poco se ocupa de la aplicación real y significativa que de a esa información.
Este modelo se caracteriza por la enseñanza transmisionista, centrada en un humanismo de tipo religioso, por el cultivo de las facultades del alma: entendimiento, memoria y voluntad, por el énfasis en la formación del carácter de los educandos, por la virtud y el rigor de la disciplina, por el ideal humanístico y ético.
En el modelo educativo tradicional el maestro es la figura central del proceso educativo, todo gira alrededor de él, utiliza métodos pasivos, la clase es tipo conferencia, programas de estudios descontextualizados. El método elemental es el académico, verbalista y el alumno cumple un papel meramente receptivo: oír, observar y repetir las veces que sean necesarias hasta grabar el contenido enseñado; la responsabilidad del aprendizaje recae totalmente en el alumno por eso se lo evalúa sólo a él y no al maestro; la relación maestro-alumno puede ser calificada como autoritaria-vertical. La evaluación en el modelo tradicional en su mayor parte es sumativa con fines de acreditación, promoción y reproductora de conocimientos; se aplica la diagnóstica durante la clase para verificar el nivel de comprensión del tema enseñado; se evalúan habilidades de comprensión, análisis, y evaluación de lo estudiado, mediante pruebas orales o escritas; el texto escolar para cada materia es obligatorio; el currículo constituye el plan general de contenidos que el maestro debe seguir. En la siguiente presentación, te invitamos a visualizar aspectos específicos de este modelo o enfoque de educación:
Finalmente el modelo pedagógico tradicional se ocupa estrictamente de la transmisión de conocimientos y de un aprendizaje casi completamente superficial, de ahí que es importante tener claro tres de los factores relevantes de este modelo.
Recordemos
“La educación es lo que sobrevive cuando lo aprendido ha sido olvidado”