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RESUMEN DEL MÓDULO






En palabras de Rael (2009) “la relación sociedad-escuela ha existido siempre, la sociedad requiere a la institución educativa y la escuela se vincula a la sociedad” (p.2)
Leonfanti (2019) nos dice que:

Negar que los profundos cambios que atraviesa la sociedad, en todos los órdenes, afectan el rol de las instituciones educativas, cualquiera sea su nivel y modalidad, es sencillamente negar la realidad y todos los desafíos y problemas que deben ser enfrentados y resueltos por el sistema educativo…

Por supuesto que la comunidad/la sociedad y la escuela son entidades que han ido siempre de la mano, pero que ahora, en esta nueva realidad y con los cambios que el acto educativo como proceso ha venido sufriendo, en su forma, en su concepción y abordaje van orientando a una práctica completamente ligada a la comunidad, proponiendo una escuela que forme agentes de cambio, que aborde la realidad y que aproveche como un recurso importante los procesos que en ésta se dan para la formación de las personas y por supuesto completamente vinculado con la familia, como base fundamental de la sociedad y como entidad primaria de formación.

Para Billard (2002) la familia es la primera educadora porque es “la que instala los valores del grupo, de la clase social, de la Iglesia, etc. y ella lo hace por sus propios medios, los cuales son del orden afectivo, y no por la demostración racional” (p.7).

Como parte de esta formación se ha expuesto un video de Fundación Santillana en el que Mariano Fernández Enguita nos expone aquellos que considera según su experiencia la manera en que la educación afecta la sociedad en que vivimos y la no neutralidad de la escuela al ser parte de todo un entramado social.

Una parte importante de rescatar es la postura de Echavarría (2003) que propone que la escuela debe ser vista como:

Una institución educativa que tiene la co-responsabilidad ética, política y moral de constituirse en escenario de formación y socialización en el que, como tal, circulan múltiples sentidos, se producen variados aprendizajes, se abre la opción a la negociación de la diferencia y se funda la convivencia como una expresión de la autonomía, la libertad y la dignidad humana” (p.3).

IRIS | Página 6: Involucrar a las familias de forma significativaFinalmente los mayores retos o desafíos que la escuela debe asumir consiste en formar al ciudadano del siglo XXI, con todas las implicaciones que ello conlleva, adaptarse a los nuevos métodos de evaluación, adaptarse a los cambios digitales que la realidad exige, superando el mito de los nativos digitales, fortalecer el vínculo entre la escuela y la sociedad, fomentar el liderazgo, formación docente entre otros son, desde nuestra perspectiva, retos verdaderamente necesarios para ser expuestos y abordados. Sin olvidar que es importante seguir involucrando a las familias en la educación de los hijos, estudiantes y ciudadanos, pues a partir de una educación brindada en conjunto se puede hablar de familias consolidadas y seguras, escuelas formadoras de conocimientos y vidas, para la construcción de una mejor sociedad con ciudadanos responsables consigo mismo y el desarrollo del mundo del que hacen parte.