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Tema 1: Constructivismo

En esta exploración de temas de gran importancia actual, resulta fundamental ir más allá de un enfoque puramente histórico y considerar la aplicación práctica de lo que se aborda. Es esencial poder imaginar y plantear situaciones de aprendizaje que evidencien el constructivismo y contrastarlas con las prácticas diarias en instituciones educativas, entornos laborales y la vida cotidiana en general.

¿Qué es el constructivismo? 

El constructivismo es un modelo pedagógico que plantea la posibilidad que tiene el ser humano de implicarse de forma activa en la construcción de su propio aprendizaje y conocimiento, esto debido a que es el sujeto quien reconstruye su realidad, realiza esquemas y estructuras que le permiten formar los diferentes recursos intelectuales, los cuales están continuamente en modificación, formación, adaptación y consolidación.

Un término importante que en adelante debe tenerse en cuenta es el "aprendizaje significativo" que, Según Serrano (1990) aprender significativamente “consiste en la comprensión, elaboración, asimilación e integración a uno mismo de lo que se aprende” (p.59). El aprendizaje significativo combina aspectos cognoscitivos con afectivos y así personaliza el aprendizaje. Importante porque desde el constructivismo el aprendizaje se aborda con el propósito de que sea significativo, que represente una utilidad real para el estudiante. 

Otra forma de exponerlo es que el aprendizaje significativo es un proceso de adquisición de conocimientos en el que el nuevo contenido se relaciona con los conocimientos previos del estudiante, lo que permite una comprensión más profunda y duradera del mismo. Este tipo de aprendizaje fue planteado por el psicólogo educativo David Ausubel en la década de 1960 y se ha convertido en una de las teorías más influyentes en la educación. 

Este aprendizaje, es importante desde la postura constructivista, pues el estudiante no solo memoriza información sino que la relaciona con sus conocimientos previos y con experiencias de la vida cotidiana, de esta manera el conocimiento cobra significado y relevancia para el estudiante, facilitando así su comprensión y retención a largo plazo. Su importancia está en que promueve el desarrollo de habilidades cognitivas más complejas, como el razonamiento crítico o la metacognición, permite además, una educación más contextualizada y pertinente para los estudiantes, aumentando así su compromiso y motivación con el proceso educativo. Todo lo expuesto es de suma importancia para una educación que retoma como base el constructivismo y procura un aprendizaje significativo. 

Todo lo expuesto hasta ahora sienta una base fundamental, ya que el constructivismo es un modelo pedagógico que defiende la necesidad de proporcionar al estudiante herramientas que le permitan crear sus propios métodos para resolver situaciones problemáticas. Esto implica que sus ideas se modifiquen y continúe aprendiendo de forma constante. En este modelo, el proceso de enseñanza se percibe y se lleva a cabo de manera dinámica, requiriendo que el estudiante adopte una actitud participativa e interactiva, de modo que el conocimiento sea una construcción genuina llevada a cabo por la persona que aprende, es decir, el sujeto cognoscente

Según César Coll (1993), el paradigma constructivista no es un libro de recetas, sino un conjunto articulado de principios desde donde es posible identificar problemas y articular soluciones. Es decir, los profesores proporcionan a los estudiantes las estrategias necesarias para promover un aprendizaje significativo, interactivo y dinámico, despertando la curiosidad del estudiante por la investigación; mientras que la educación tradicional se enfoca en enseñar, memorizar e imponer contenidos, dando como resultado estudiantes pasivos.

Al hablar del constructivismo, es importante responder a la interrogante ¿Cuál es el rol que asume el estudiante?, en esta perspectiva se considera al estudiante poseedor de conocimientos, con base a los cuales habrá de construir nuevos saberes, esto en contraste con la visión tradicional en la que el estudiante es un ente pasivo al que el docente le transfiere una cantidad de saber y éste los asimila en función de sus “capacidades” en otras palabras, desde el constructivismo el estudiante tiene un rol activo, construye sus aprendizajes a partir de las condiciones que el docente genere. 

Otro punto importante de aclarar es el rol del docente, pues éste, cambia en la visión de ser enseñante a ser creador de condiciones de aprendizaje, es decir, se desempeña como guía o facilitador para que los estudiantes logren construir conocimientos nuevos y significativos, siendo los actores principales de su propio aprendizaje, a partir de los conocimientos previos con los que cuentan.

Qué es el Constructivismo en Educación?

La perspectiva constructivista del aprendizaje puede situarse en oposición a la instrucción basada sólo en el conocimiento (importante perspectiva sobre lo que sustenta el tradicionalismo). En general, desde esta postura, el aprendizaje puede facilitarse, pero cada persona reconstruye su propia experiencia interna, con lo cual puede decirse que el conocimiento no puede medirse, ya que es único en cada persona, en su propia reconstrucción interna y subjetiva de la realidad.

Para finalizar puede exponerse que desde la visión del constructivismo puede crearse un contexto favorable al aprendizaje, con un clima motivacional de cooperación, donde cada estudiante reconstruye su aprendizaje con el resto del grupo.