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Tema 4: Paradigmas pedagógicos


Para hablar de este tema, empecemos por la palabra paradigma, que tiene su origen con Thomas Khun, en su escrito la “estructura de las revoluciones científicas” (1962), al referirse al conjunto de prácticas que configuran una disciplina científica en un período temporal concreto, teniendo en cuenta que los paradigmas en ciencia son cambiantes, puesto que varían las necesidades de la propia ciencia al aparecer nuevos descubrimientos o nuevos hallazgos científicos.

En el campo educativo, un paradigma es un marco pedagógico y científico de referencia para comprender, analizar y avanzar en el proceso de enseñanza y aprendizaje, abarcando los diferentes contextos e integrando a todos los agentes educativos” (TECH Universidad Tecnológica, 2022).

Un paradigma es un sistema de ciencias y principios que guían la información en tres aspectos que giran alrededor del conocimiento, como materia prima del quehacer educativo:

    1. La naturaleza de lo conocido
    2. La relación que existe entre el sujeto que conoce y el objeto del conocimiento
    3. El método o procedimiento que sirve para conocer.
Para Vásquez & León (2013) 

En el mundo de la educación y liderados por los movimientos psicológicos de cada época, se han descrito los principios fundamentales que abarcan, sus propuestas, aportes, el papel que desarrolla tanto el docente como el alumno y los tipos de evaluación que caracteriza a cada uno de los cinco paradigmas psicopedagógicos: Conductista, Humanista, Cognitivo, Sociocultural y Constructivista, que han sido considerados como modelos a seguir en el proceso enseñanza aprendizaje.

Y aunque en el campo educativo o pedagógico, se habla de paradigmas relevantes que han marcado las últimas décadas, día a día se sigue hablando de “cambios de paradigmas” cuando un modelo fracasa en su labor de interpretar determinados aspectos de la realidad, esto, gracias a la perspectiva de Kuhn sobre “las revoluciones científicas” y entonces hablamos de un cambio de perspectivas, de métodos o de tendencias a gran escala, aplicable a cualquier otra área del saber o de la experiencia humana.

Aguerrondo (1999) ante las transformaciones actuales a nivel global considera que:

Se requiere un nuevo paradigma educativo que pueda acompañar los nuevos paradigmas que surgen en las demás áreas de la sociedad. Otro paradigma que, superando las restricciones del actual, sea capaz tanto de saldar las deudas del pasado cuanto de dar respuestas más adecuadas a las necesidades del futuro.

Estimados docentes, técnicos  y técnicas, los paradigmas educativos o pedagógicos deben responder a la realidad y necesidades de una sociedad, por lo que los mismos paradigmas de hace 20 o más años no pueden atender las vigentes realidades.

Lo anterior teniendo claro que el sistema educativo se organiza en torno a tres grandes definiciones: el conocimiento, el aprendizaje, y el contenido y que un cambio de paradigma educativo consistiría en que esos elementos puedan entenderse como básicos en un sistema educativo.

Aquí podemos marcar una pausa, por lo que les solicitamos resolver el siguiente caso:

Bien, ahora que hemos tomado esta pausa, podemos continuar. 

Desde la propuesta de Aguerrondo (1999) un nuevo paradigma que responda a la educación del siglo XXI debe entender los elementos de la siguiente manera:

Finalmente un nuevo paradigma educativo debe considerar una educación para todos, la calidad de la misma, los saberes desde las competencias, una equidad y justicia en el sistema educativo, para que responda a las necesidades del mundo globalizado de hoy.