Para muchos niños, la escuela es el primer encuentro con el espacio público. Así lo dejó dicho Durkheim (1919) al comentar que “la socialización del individuo se produce en el campo de la educación y se imparte por medio de las generaciones mayores a los niños.”
La socialización, como la adaptación de un individuo a su entorno y, por ende, a las normas de comportamiento social debe partir primeramente de una Educación hacia sí mismo como base del aprendizaje y desde donde se construye todo. En este eje se recogen aspectos claves como el autoconcepto y la autonomía.
Las destrezas del currículo que se abordan desde este eje están relacionadas con los bloques curriculares de:
- Ciencias Naturales: el cuerpo humano y salud
- Estudios Sociales: la historia y la identidad
- Educación Cultural y Artística: el yo y la identidad
En cada bloque podemos encontrar contenidos y destrezas con criterios de desempeño relacionadas directamente, y otras que se pueden abordar en la práctica desde la problemática comunitaria que se quiere resolver, por ejemplo: la pérdida de identidad cultural y la violencia, salud mental y física, la nutrición, las adicciones, los cuidados corporales y la recuperación de saberes ancestrales, entre otros.
Este eje está relacionado con la DIMENSIÓN SALUD y trabajamos sobre:
Soberanía del cuerpo: se propone considerar la soberanía que tiene cada individuo sobre su cuerpo, lo que implica respeto ante la voluntad de moverse, verse y ser de cada persona como apuesta a la libertad de decisión y acción. Así mismo invita a cuestionar las prácticas que restringen la autonomía de los cuerpos en los ambientes educativos, por lo que se sugiere, cada vez con más pertinencia, que los procesos de educación formal y no formal sean atravesados por enfoques transversales de educación sexual integral, así como de género y el etario.

Soberanía alimentaria: entendida como un consumo alimenticio consciente y respetuoso de las peculiaridades de cada territorio, que priorice la producción agrícola local. Esto implica además garantizar fundamentos como el acceso a la tierra, la conservación del agua, la posesión de las semillas, conservación de especies, y otros que garanticen un manejo autónomo de la política agraria y alimentaria. Para ello se propone que este concepto sea considerado para la planificación de actividades relacionadas con la alimentación y con la transversalización del enfoque de salud integral.

Salud mental: partiendo de la noción de que los malestares psicológicos tienen en gran medida un origen colectivo y territorial, se reconoce en la vigente crisis mundial de salud mental la proliferación de enfermedades con causales no solamente biológicas, sino también sociales, por ejemplo patologías causadas por la implementación de mecanismos adaptativos nocivos, que permiten a las personas sobreponerse a las condiciones de desigualdad que viven en cada localidad. Debido a esta crisis de salud mental, se plantea que la educación incorpore un enfoque de salud integral, inclusiva y con enfoque de género para que pueda darse el acompañamiento necesario para sanar o tratar las posibles psicopatologías sociales de determinado territorio.