Nos referimos con este curso a un punto importante dentro del modelo ChanGo, el eje “Escuela como agente de cambio” ¿Qué es un agente de cambio? o nosotros ¿Cómo conseguimos que la escuela sea un agente de cambio? ¿Cómo lo haríamos desde nuestras posibilidades? ¿Es posible que la escuela se convierta en un agente de transformación en los territorios? El modelo ChanGo lo aborda desde un punto clave, delimita de tal manera que se logre conseguir con acciones claras y puntuales desde la gobernanza. Desde ChanGo se propone formar agentes de cambio desde la Gobernanza lo que permite delimitar prioridades y oportunidades para mejorar desde la actuación colectiva.
Para empezar demos lectura a un extracto de la siguiente investigación de: Carneros Sergio (2018) La Escuela Alternativa: Un modelo en búsqueda de la justicia social y ambiental. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid
Tal y como señalan Murillo y Hernández-Castilla (2014), para construir una sociedad más justa es necesario transformar a las personas, hacer a la comunidad educativa agentes de cambio. Y, para ello, es necesario incluir en el currículo temas de Justicia Social y Ambiental desde una perspectiva que parte de las experiencias del alumnado y poco a poco va profundizando hacia una perspectiva crítica de lo que les rodea, y hacia una acción directa enfocada al cambio (Adams, Bell y Griffin, 2007; Cipolle, 2010; Schniedewind y Davidson, 2006; Zajda, Majhanovich y Rust, 2006). Para que la persona se eduque y se libere, necesita reflexionar sobre lo que es y sobre su situación de tal forma que le lleve a emerger de la realidad para transformarla, realizar y proyectar su esencia sobre ella (Freire, 1972).
Debemos preguntarnos qué tipo de ciudadanía queremos en nuestra cuidad y esto nos dirá el tipo de educación que necesitamos en la escuela. Desde nuestra perspectiva, la escuela no solo debe buscar la formación de una persona responsable, disciplinada, considerada, respetuosa con las leyes y que participe cuando es requerida. Tampoco creemos que sea suficiente con lograr una ciudadanía participativa, solidaria y comprometida con el bienestar de los miembros de su comunidad. Nuestra propuesta, aunque aún minoritaria en la escuela, pretende educar ciudadanía que utilicen el pensamiento crítico para denunciar y luchar contra la injusticia (Sant Obiols, 2013).
Investigaciones como la de González Valencia (2012) muestran que algunos/as docentes quieren enseñar a su alumnado una participación crítica, radical y orientada a la Justicia. Sin embargo, parece indicar que no todo el profesorado que tiene este objetivo enseña con coherencia (Audigier, 2002; Evans, 2006; Harber y Serf, 2006; Sant Obiols, 2013) Según Sant Obiols (2013), esta situación se debe a que el profesorado: a) da prioridad a la concepción sobre las teorías del aprendizaje que a sus finalidades b) no dispone de los conocimientos para saber cómo enseñar temas como la participación, y c) no dispone del poder ni de los recursos para hacer los centros educativos más democráticos.
Un centro educativo “en” Justicia Social y Ambiental debe hacer que el alumnado esté orientado a la Justicia, debe ser crítico y activo contra las injusticias reflejadas por la insostenibilidad, la violencia, la carencia de poder, la explotación, la marginación y el imperialismo cultural. Para poder establecer un proceso de trabajo “en” Justicia Social y Ambiental, siguiendo a Picower (2012) y a Murillo y Hernández-Castilla (2014), a continuación reflejamos las siguientes fases con sus respectivos elementos sobre lo que debe hacer una educación para la soberanía y la libertad.
- Fomentar el autoconocimiento y la autoestima.
- Promover el respeto por el medio y por el resto de personas y especies.
- Abordar contenidos sobre las injusticias y los movimientos sociales y ambientales.
- Despertar la conciencia y pasar a la acción.
De esta forma si comenzamos de adentro hacia afuera es importante que fortalezcamos los sujetos que habitan la escuela para que a través de la educación puedan fortalecer sus comunidades y encontrar soluciones a sus problemas. Para este proceso la gobernanza es una herramienta eficaz y potente cuando se inicia desde el ámbito escolar y comunitario, porque los territorios se empoderan al encontrar que son capaces de pensar y ejecutar acciones que permitan mejorar su vida.
Para finalizar esta breve introducción les pedimos que puedan participar respondiendo:
¿Cuándo y de qué manera consideran que un centro educativo está educando ciudadanos que sean agentes de cambio en sus comunidades?