4.1. CÓDIGO DE CONVIVENCIA
El MINEDUC
(2022) menciona que el Código de Convivencia es el documento público en el que
se plasman los acuerdos y compromisos que constituirán las directrices
destinadas a regir a la comunidad educativa, para garantizar los derechos de
los estudiantes y la consolidación de un entorno seguro, saludable, de
convivencia armónica, así como la cultura de paz propicia para el desarrollo
integral. Al ser un documento que forma parte del Plan Educativo Institucional
y contener directrices que rigen a la comunidad educativa, tiene una
temporalidad específica de cuatro (4) años.
La
gobernanza empieza cuando se ocupa de los pequeños detalles, una manera de
fomentar la gobernanza es desde la apropiación de las formas de gobierno; desde
la implicación de los estudiantes, las familias y la comunidad en la toma de
decisiones en pro de la mejora, la convivencia y el trabajo desarrollado, un
punto clave donde todo esto converge son los códigos de convivencia, de ahí que
sea altamente necesario el trabajo articulado de la comunidad y la escuela en
la creación y aplicación de dichos documentos.
El Gobierno
Escolar tiene a su cargo la construcción del Código de Convivencia en
articulación con los demás miembros del Gobierno Escolar. Este organismo debe
garantizar que en su construcción participen inspectores (dependiendo de la
designación de autoridades con la que cuente la institución) y, de contar con
el Departamento de Consejería Estudiantil, que participe al menos un delegado
de este organismo.
Proponemos
que la construcción del Código no se realice desde la prohibición o desde lo
que no podemos hacer, sino más bien cambiar la narrativa hacia lo positivo como
comunidad educativa nos comprometemos para mejorar la convivencia y el respeto
de los derechos de todos y todas quienes habitamos la escuela.
La
gobernanza no es algo que pueda surgir de la espontaneidad, o al menos no
debería serlo así. Con el propósito de formar personas capaces, competentes e
interesados por la gobernanza, la escuela debe siempre instar a la
participación; promover espacios en los que los estudiantes tomen las riendas
como actores importantes de este tipo de procesos y responsables de los
resultados. El código de convivencia es una buena herramienta para integrar a
la comunidad en este sentido.
Por otra
parte, al ser un instrumento que toda la comunidad educativa usa de manera
obligatoria, debe cumplir con ciertas características como las que se exponen:

Además, este debe contener:
Acuerdos y compromisos: un acuerdo o un compromiso es una decisión premeditada de acción u omisión que la comunidad educativa en función de su rol generará, de manera colectiva en un espacio de confianza, libre de presiones, coerción o fuerza, en consideración de que estas decisiones contribuirán en la construcción de la convivencia. Estos aspectos que aquí se mencionan son de gran importancia, porque para poder alcanzar una gobernanza realmente justa y sostenible ésta debe de ser producto no de las presiones de un grupo ni ser construida de forma individual, sino más bien debe ser una construcción colectiva desde la libertad y para el bien común.
Medidas de actuación para gestionar los conflictos escolares: si bien, los acuerdos y compromisos son fundamentales para la convivencia en la dinámica cotidiana escolar, es posible que se presenten conflictos escolares por acciones u omisiones, frente a los cuales es necesario actuar, estas medidas de actuación pueden ser propuestas de forma colectiva, de manera que según sea necesario actuar, todos sean conscientes que es una medida justa, construida y propuesta por un colectivo, no una medida improvisada impuesta e involuntaria.
Conformación de instancias de solución alternativa de conflictos: en base a lo antes mencionado podemos decir que el Código de Convivencia tiene como principales objetivos garantizar que la dinámica institucional se desarrolle en el marco del respeto de los derechos humanos de toda la comunidad educativa, promoviendo la participación y corresponsabilidad de la población estudiantil, las familias, los profesionales de la educación y personal administrativo en la construcción de la convivencia armónica en cada una de las instituciones educativas. Además, busca establecer medidas alternativas para la resolución de conflictos escolares, que respondan a la realidad de cada contexto, fortaleciendo el reconocimiento de que niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos y como agentes clave en la toma de decisiones sobre las situaciones que les afecta. MINEDUC (2022)